DE NUEVO EN GURS

EL ALUMNADO DE 2º BACHILLER VISITA EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE GURS (FRANCIA)

La visita ha sido sufragada por el Ayuntamiento de Huesca

El viernes 13 de diciembre el alumnado de segundo de bachillerato del Instituto público Sierra de Guara visitó el campo de concentración de Gurs, muy cerca de Oloron-Sainte Marie en la región del Béarn (Francia). Esta visita viene realizándose desde hace unos años en colaboración con la Asociación Terres de Mémoire(s) et de Luttes y está sufragada por el Ayuntamiento oscense.

La historia de Gurs es triste y aleccionadora. Gurs es un campo inaugurado en la primavera de 1939 para acoger a los refugiados republicanos que huían de España en las últimas semanas de la Guerra Civil. Buena parte de ellos habían sido confinados en diferentes campos del Rosellón en los primeros días, y Gurs pareció entonces una salvación, pero pronto se vio que las condiciones de salubridad o el hambre iban a ser las notas dominantes. Iniciada la Segunda Guerra Mundial y derrotada rápidamente Francia, el campo de Gurs pasará a depender administrativamente del gobierno de Vichy. Desde ese momento, el campo recibe a miembros de la Resistencia, militantes de izquierdas de numerosas nacionalidades y judíos. Allí son retenidos a la espera de ser enviados, muchos de ellos, hacia otros campos en la Europa del este y central (Auschwitz, Mauthausen…) donde el terror nazi se mostrará en todo su esplendor. Terminada la Segunda Guerra Mundial en 1945, Gurs -símbolo de vergüenza y remordimiento- es arrasado. Se queman los barracones y se planta un bosque en su lugar.

La visita a Gurs no es, por lo tanto, una visita a unas conservadas infraestructuras (edificios, barracones, etc) del pasado, sino que, por el contrario, es un episodio de historia oral, en el que el alumnado entra en contacto con la realidad del exilio republicano, tema que forma parte del currículo de la materia de Historia de España, a través de los miembros de la Asociación, en particular de Raymond Villalba, cuyos padres exiliados estuvieron internos en el campo- quien revive la historia del lugar, visitando los restos de las instalaciones.

Este año, durante el recorrido y la explicación, la fuerte lluvia, más bien tromba de agua, y el desapacible viento nos acompañó, siendo particularmente fuerte a la entrada del cementerio. Como señaló Mylène Lacoste, miembro de la Asociación “On a péché la truite en allant au cimetière”. Sin embargo, el mal tiempo no fue impedimento para comprender Gurs y reflexionar sobre la capacidad de la historia para explicar tanto el pasado como el presente así como de la continua necesidad de defender los valores democráticos.

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